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Resulta muy significativo que la Conferencia de Activistas de la Movilización General
por la Administración Territorial se efectúe en un momento de auge revolucionario en que todo el
Partido, ejército y pueblo, pletóricos del gran orgullo de haber celebrado como máxima fiesta
revolucionaria el centenario del natalicio del gran Líder,
La Conferencia que tenemos a la vista será un motivo importante para defender y
glorificar las ideas del gran General
Estamos hablando de una labor patriótica de largo alcance en aras del poderío y
prosperidad del país, una tarea sublime destinada a acondicionar excelentemente el terreno para la vida del
pueblo. Al impulsarla vigorosamente y con vistas al futuro podemos transformar nuestro país, nuestra
patria, en un Estado socialista poderoso y próspero, en un paraíso terrenal para el pueblo, y
dejarles como herencia a las generaciones venideras un territorio fecundo y hermoso.
Los camaradas
A raíz de la liberación del país, el gran Líder declaró con
su primera palada el comienzo de la obra de canalización del río Pothong, plantó
árboles en la colina Munsu, proyectó la amplia perspectiva de la construcción territorial y
condujo a las masas a llevarla a efecto.
En acato a su noble propósito, el gran General calificó la administración
territorial como obra patriótica en pro de la prosperidad y el poderío de la patria y el bienestar
de todas las generaciones, dilucidó sus tareas y vías, y propuso y condujo enérgicamente la
movilización general por la administración territorial, convocando a todo el Partido, Estado y
pueblo.
Gracias a su acertada guía y esmerada atención, se levantaron muchas creaciones
monumentales a lo largo y ancho del país, y ciudades y campos se han convertido en parajes socialistas con
paisajes pintorescos. Los terrenos cultivables se han estandarizado en grandes tamaños como tierras dignas
de la Corea socialista, las vastas marismas se han transformado en tierras fértiles y se ha consolidado la
base material y técnica para poblar de bosques y jardines al país entero. Distintas zonas y puntos
de hermosos paisajes como los montes Kuwol y Chilbo y las cuevas Ryongmun y Songam se han transformado en
acogedores lugares de esparcimiento de la población, los ríos han sido bien arreglados y la
construcción de nuevas carreteras como las Juventud Héroe y Pukchong-Hyesan metamorfosea la
fisonomía del territorio patrio.
Todos estas portentosas transformaciones constituyen frutos de la atinada guía del gran
General, quien presentó el grandioso proyecto y la original orientación sobre todos los dominios de
la administración territorial y condujo incansablemente la labor encaminada a ponerlos en práctica.
Su proeza en el asentamiento de la piedra angular para convertir a nuestro país, nuestra patria, en una
potencia y en la construcción de un edén del pueblo perdurará eternamente junto con la
historia de nuestra poderosa y próspera patria socialista.
Esos portentosos éxitos estriban en las hazañas de funcionarios y trabajadores
del sector correspondiente, militares y civiles que se han esforzado con tesón para llevar a cabo la
política del Partido sobre la esfera.
Aprovecho esta ocasión para apreciar altamente los méritos de todos aquellos que
han contribuido a la administración territorial y saludar cordialmente a los participantes en la
Conferencia, los funcionarios y trabajadores de la rama y a todo el ejército y pueblo.
Hoy el sector enfrenta la difícil pero honrosa tarea de producir cambios radicales en su
trabajo a tono con la demanda de la época en que edificamos un Estado socialista poderoso y
próspero.
A los funcionarios y trabajadores de la rama les corresponde defender resueltamente y perpetuar
las ideas y proezas del gran General y materializar su legado al pie de la letra, sin ninguna concesión y
de modo cabal y consecuente, para de esta forma mejorar la imagen del territorio nacional de acuerdo a su
posición de la potencia socialista. Tal es el rumbo general y la tarea general del sector.
Ante todo, convertirán la ciudad de Pyongyang en la capital sagrada de la
revolución que refleje el concepto revolucionario del líder y en una magnífica y pintoresca
ciudad de talla mundial.
En varias ocasiones el gran General se refirió a la necesidad de hacer de Pyongyang una
ciudad que tenga como eje central la estatua del Líder erigida en la colina Mansu y que plasme con lealtad
el concepto revolucionario del líder. Darle tal aspecto a la capital que lleva impresas las huellas de
dirección de toda la vida del gran Líder y del gran General y que conservar sus restos como cuando
estaban vivos, constituye un deber revolucionario y sublime obligación moral de nuestro Partido y pueblo.
Con motivo del centenario del gran Líder, erigimos respetuosamente las estatuas de
él y del gran General en la colina Mansu, en reflejo del vehemente deseo y fervorosa lealtad de todo el
pueblo, para su mayor gloria y felicidad. Dicha obra y la construcción de la moderna zona de Mansudae
aportan sustancialmente a urbanizar a la capital con las estatuas como ejes centrales. Falta poner mayor
empeño en la creación del área verde con vistas a acondicionar mejor los contornos de las
estatuas y la zona de Mansudae.
Es necesario imprimir mayor solemnidad en la zona del Palacio del Sol de Kumsusan, supremo
lugar sagrado de Juche. Es la morada del Sol que perpetúa la memoria de nuestro Líder y General, el
lugar sagrado a donde numerosos coreanos y extranjeros progresistas del mundo afluyen en una interminable
procesión con el profundo sentimiento de añoranza. Nos compete poblar la zona del palacio y su
parque de mejores especies de árboles y de plantas con flores más hermosas del mundo, cultivarlos
con esmero, crear una vegetación exuberante y acondicionar bien los jardines y otras áreas verdes,
elementos que servirán para realzar el encanto de la región.
Hemos de arreglar debidamente Mangyongdae, lugar histórico de la revolución. Se
trata de la cuna espiritual del pueblo coreano donde nació y pasó su infancia el Líder
paternal, al que la nación acogió y enalteció por primera vez en los cinco milenios de su
historia, el lugar sagrado del Sol y de la revolución que se anida en el alma de los pueblos
revolucionarios del planeta. Nos atañe acondicionarlo tal y como merece, con la finalidad de transmitir
generación tras generación la grandeza y las inmarcesibles proezas del Líder y eternizar su
historia revolucionaria. Hace falta conservar intactos la casa natal, el museo de la historia revolucionaria y
otros edificios y objetos históricos, así como realizar en el supremo nivel la forestación de
este lugar sagrado del Sol.
Nos incumbe embellecer a Pyongyang para que ostente su condición como ciudad que refleje
el concepto revolucionario del líder y como centro y ejemplo de la cultura de Songun, para que esta
última se difunda a otras localidades. A medida que rejuvenecemos el aspecto del país, presentando a
Pyongyang como modelo y construyendo otras ciudades a su manera, iremos convirtiendo a todo el país en un
paraje socialista con paisajes espectaculares.
Los capitalinos deben esmerarse en la configuración urbana y la construcción de
carreteras, levantar con peculiaridad las edificaciones como viviendas, establecimientos públicos e
instalaciones culturales y de servicio, y poner gran empeño en su mantenimiento. Harán de Pyongyang
una ciudad poblada de plantas frondosas, al levantar ejemplares parques y jardines, ampliar el área verde y
plantar muchos árboles de excelentes especies y bellas flores. En cuanto a la construcción de
edificios, la creación del área verde y el amplio cultivo de flores, tendremos en cuenta el gusto de
la nación y la estética contemporánea y pondremos énfasis en nuestro propio estilo, la
nobleza y la peculiaridad.
Es preciso perfeccionar la luminotecnia para la ciudad de Pyongyang. Sus numerosas creaciones
monumentales como el Monumento a la Idea Juche y el Arco de Triunfo y otras gigantes obras como el Palacio de
Estudio del Pueblo, el Estadio Primero de Mayo y los rascacielos de la zona de Mansudae proporcionan la gran
posibilidad de decorarlas con la luz de una manera formidable. Debemos imprimir nobleza, distinción y
nuestro estilo en la decoración lumínica de obras arquitectónicas de la ciudad y sus
cercanías, para que la ciudad ofrezca un panorama nocturno maravilloso y espléndido, como debe ser
la capital de un Estado poderoso y próspero.
Además, es preciso acentuar la peculiaridad en la construcción de capitales
provinciales, otras ciudades y aldeas rurales.
Ahora las localidades no están bien acondicionadas y en el caso de una cabeza provincial
no tiene su propia cara que la distingue de otras. Tal es el caso de Haeju de la provincia de Hwanghae del Sur y
Sariwon de la de Hwanghae del Norte, cuyas viviendas y edificios públicos son de un estilo común y
corriente. A mi modo de ver, tal fenómeno se debe a que el poder central ha organizado conferencias
metodológicas nacionales con un patrón supuestamente aceptable y exigido a las localidades a aceptar
en la construcción el diseño estándar. Lo mismo sucede con las viviendas de campesinos
recién construidas que, lejos de tener sus singularidades, todas parecen haberse sacado de un mismo molde,
no importa que se sitúen en la costa oriental, en la occidental o en zonas montañosas.
En la edificación de ciudades locales y aldeas rurales, hay que subrayar la peculiaridad
de cada cual para que tenga su propia figura.
Es necesario reforzar el personal de construcción a nivel provincial e impulsar con
energía la construcción urbana y rural. En la configuración urbana resaltarán el
distintivo de cada cual y diversificarán el estilo arquitectónico. No se debe permitir que el poder
central ejerza el control excesivo sobre la construcción de las localidades, de modo que ellas destaquen su
singularidad.
En el recorrido por las localidades he visto con frecuencia tierras yermas, que no agradan a la
vista y perjudican la salud por el polvo que levanta el viento. Una de las propuestas del Partido consiste en
plantar árboles, crear praderas o cubrir con flores e hierba todas las tierras que no sean las cultivables,
para que no haya un pedazo de tierra baldía o poblada de malezas. Hace falta desaparecer los terrenos
eriales cubriendo de césped y otras plantas las zonas poblacionales, jardines y los alrededores de
vías férreas.
Se requiere un mayor esfuerzo en la administración y protección de tierras.
La tierra es el medio principal de la producción agrícola, base de la vida
humana, valiosa hacienda del país que se hereda a las generaciones venideras. Dadas las limitadas tierras
cultivables que tiene el país, nos corresponde prestar siempre una profunda atención a la
administración y protección de tierras.
Es importante proteger bien las tierras para que no se pierda ni una pulgada de ellas. El
diluvio que se produce cada año en la temporada de lluvia ocasiona el hundimiento o la pérdida de no
pocas tierras cultivables. Para evitar esos fenómenos nos compete tomar medidas pertinentes como el dragado
y levantamiento de diques.
La tarea primordial para construir un poderoso Estado socialista en acato al encarecido legado
del gran General es resolver el problema de la alimentación de la población y, a este efecto,
aumentar el rendimiento por hectárea, a la vez que conquistar y ampliar al máximo las tierras
cultivables. Terrenos disponibles para el cultivo los hay dondequiera. Auténtico patriota es el que se
esfuerza por ensanchar la tierra cultivable aunque fuera un phyong (medida agraria equivalente a unos tres metros
cuadrados –N.T.)
Nos atañe seguir dedicando tesoneros esfuerzos a la roturación de marismas para
ganar más tierras cultivables. El país dispone de unas 300 mil hectáreas de marismas. Es
aconsejable roturar primero aquellas marismas, donde levantar diques contra mareas y convertirlas en terrenos
cultivables no supone un gran esfuerzo, y proceder a la obra de la infraestructura para poder utilizarlas
inmediatamente. Por ser una obra difícil y grandiosa de transformación de la naturaleza, es
imprescindible que el mismo Estado le preste atención y tome estrictas medidas para proveerla de camiones,
combustible, cemento y otros equipos y materiales.
Queda pendiente la tarea de acondicionar los terrenos para el cultivo. Fue llevada a cabo a
escala nacional bajo la orientación del gran General, pero cuando visito al campo advierto que en los
rincones existen aún parcelas pequeñas que claman la adecuada ordenación. Se
encargarán de arreglar debidamente hasta las parcelas casi imperceptibles a la vista, para entregarlas a
las futuras generaciones.
El gran General sugirió arreglar, una vez acondicionados los terrenos de cultivo, todos
los postes eléctricos colocados sin ningún orden, legado que aún no hemos materializado por
completo, pero que debemos cumplir al pie de la letra.
Es menester proseguir con tesón la fertilización de la tierra. Los arrozales y
terrenos secanos de nuestro país llevan muchos años de labrados y se sitúan en su
mayoría en las laderas, por lo que la lluvia se ha llevado muchos de sus elementos nutritivos,
haciéndolos cada vez más infecundos y ácidos. Tal es la razón por la que debemos
mejorar sus propiedades para que tengan mayor fertilidad.
A base del análisis de la composición del suelo en cada parcela,
esparcirán tarquín, cal apagada y abonos orgánicos, así como cultivarán plantas
que podrían ser aprovechadas como plantas leguminosas.
La protección y el eficiente aprovechamiento de la tierra requieren de una rigurosa
disciplina. Es necesario inscribir en el registro estatal todas las tierras antes de utilizarlas y no dejar
abandonado el terreno cultivable ni apropiarse del mismo sin la aprobación. Al construir ciudades, aldeas,
fábricas y carreteras jamás ocuparán tierras labrantías sino utilizarán
terrenos situados al pie del monte o inadecuados para el cultivo. A estos lugares han de trasladar viviendas e
instalaciones públicas ubicadas en medio de las parcelas. En el caso inevitable de tener que levantar una
fábrica sobre un terreno labrantío, emplearán para tal fin su parte más improductiva.
En la construcción urbana colocarán tiendas, comedores y otras instalaciones de servicio en la
planta baja del edificio para economizar al máximo la tierra. En caso de levantar edificios o
fábricas en tierras cultivables se debe implantar una rígida disciplina para que las reemplacen.
Es importante impulsar la creación, protección y cuidado de los bosques, para
así cubrir de los mismos a todo el país.
Casi el 80 por ciento del territorio nacional es montañoso. Los bosques constituyen un
recurso de inestimable valor, herencia para las generaciones venideras e importante medio para proteger el
territorio nacional.
Lástima que ahora la labor de su creación, protección y
administración no se desarrolla como es debido. A pesar de que en primaveras y otoños se
transplantan muchos árboles, la situación forestal no da señales de mejoría. En
nuestro país hay muchos montes pelados. En mis viajes a las localidades he podido constatar que similar
apariencia tienen incluso muchos de los que llevan letreros como "protección forestal", "bosque de la
Juventud" y "bosque de la Unión de Niños". Hace falta que en todo el Partido y Estado tomen medidas
encaminadas a plantar muchos árboles y protegerlos.
Se necesita renovar decisivamente todas las labores referentes a la forestación y
repoblar dentro de diez años todas las montañas desnudas. Tal es la firme decisión y voluntad
de nuestro Partido.
La reforestación es una tarea que exige de un largo tiempo, por lo cual debe ser
realizada con vistas al futuro y de forma planificada. Es recomendable basarse en un estudio científico
sobre el estado actual de los bosques, las características regionales y las condiciones reales, para luego
trazar detalladamente el plan anual y de largo alcance y ejecutarlo sin falta. Solo entonces se puede poner en
práctica la decisión del Partido de repoblar todas las montañas peladas dentro de diez
años y seguir desarrollando con miras al futuro la administración forestal.
Convertir todos los montes en los de "oro y tesoro" es el legado del Líder y del
General. Como ellos enseñaron, la reforestación se llevará a cabo mediante la
trasplantación de árboles útiles para la construcción económica y la vida
poblacional y la formación de áreas destinadas a la producción de madera, aceite, frutas,
castañas, pulpa y otras materias primas de la industria papelera.
Para una forestación planificada y en perspectiva resulta primordial el cultivo de
posturas. Jamás podremos cubrir de bosques a todo el país trasladando a otro lugar los
árboles que están en los montes. Es menester crear a nivel central y local excelentes
almácigas capaces de cultivar posturas de manera científica, industrial e intensa y multiplicar de
modo gradual los plantones de las especies que crecen rápido y aportan gran utilidad económica como
el Pinus strobus y Larix leptolepis, ambos apreciados altamente por el General.
Es preciso atenerse al principio de transplantar árboles adecuados en terrenos
apropiados. Por muy buena que sea una especie, no hay garantía de que seguirá viva una vez
transplantada o crecerá lozanamente si el comportamiento climático y la composición del suelo
no responden a sus características biológicas. De ahí la necesidad de plantar árboles
según el mencionado principio y a partir de un minucioso análisis sobre el clima y el suelo de cada
región, así como combinar adecuadamente los de hojas anchas y los coníferos a favor de su
crecimiento.
La plantación de árboles ha de ser una campaña de todo el pueblo, factor
que asegura éxitos en cubrir de árboles todos los montes del país. Es aconsejable designar
zonas y trazar planes de la repoblación forestal para cada organismo, empresa, cooperativa y escuela,
además de movilizarlos a todos en las temporadas primaveral y otoñal de la plantación de
árboles. En particular, las organizaciones juveniles y las escuelas darán mayor impulso a la
creación de "bosques de la Juventud" y "bosques de la Unión de Niños". Es indispensable que
los funcionarios se pongan a la cabeza del movimiento. No deben conformarse con plantar unas posturas en el
Día de Reforestación sino seguir llevando la delantera durante las temporadas correspondientes de la
primavera y el otoño y conducir con su ejemplo a los demás habitantes a esmerarse en la tarea
observando los requisitos técnicos.
Nos corresponde garantizar decisivamente la supervivencia de árboles al trasplantarlos
con calidad y abonarlos y cuidarlos debidamente. Se necesita plantarlos con esmero de acuerdo a los requerimientos
técnicos, así como cuidarlos bien regándolos y liberándolos de hierbas y arbustos,
para que no se mueran y crezcan lozanamente.
Se debe, además, prestar gran atención a la protección y
administración de los bosques.
La primera tarea es evitar el incendio, catástrofe capaz de reducir a cenizas los
inapreciables recursos forestales en un santiamén. Es recomendable instruir a los que se introducen en el
monte y exigirles a que observen los reglamentos establecidos, con el fin de evitar la mínima
indiscreción que pudiera originar el desastre. A todas las provincias, ciudades y distritos les compete
establecer un ordenado sistema de vigilancia, información y movilización de masas, reforzar el
aparato de vigilancia y abrir cortafuegos conforme a las normas para poder apagar a tiempo los incendios o impedir
que se propaguen.
Una de las premisas para proteger los bosques es resolver decisivamente el problema del
combustible para consumo doméstico. De otra forma no es posible resguardarlos, pues aunque se hayan
plantado muchos árboles serán talados indiscriminadamente y utilizados como leña. La
solución del problema radica en formar en todas las provincias, ciudades y distritos áreas boscosas
que serán aprovechadas como leña y cuidarlas para que puedan beneficiar realmente a la
población, gestionar mejor las minas carboníferas pertenecientes a las fábricas, empresas y
granjas cooperativas y fomentar ampliamente el uso del gas de metano en los hogares. Hace falta introducir en
distintos lugares el complemento activador de la ultraantracita, reciente invento que le ha abierto óptimas
perspectivas al uso de la ultraantracita y el carbón desechable como combustible.
Otra tarea es evitar por todos los medios los daños de plagas e insectos nocivos en los
bosques. Para ello hay que intensificar la labor preventiva, exterminar los insectos sin demora y exhaustivamente,
desplegar esta labor como un movimiento de masas de marzo a mayo y tomar medidas para investigar y suministrar
eficaces insecticidas.
Nos atañe intensificar la administración del agua, incluido el acondicionamiento
fluvial.
El país abunda en recursos hídricos gracias a un sinnúmero de ríos,
lagos y embalses de distintos tamaños, por lo cual su eficiente administración nos permite
satisfacer la demanda de agua, precaver inundaciones y sequías y embellecer aun más el paisaje del
territorio patrio.
Es menester concentrar fuerzas en el acondicionamiento fluvial para evitar los daños de
los diluvios y acicalar riberas. La temporada de lluvia nos afecta principalmente con el desbordamiento de los
ríos. A fin de evitar la inundación hace falta dragar regularmente sus fondos y enderezar los tramos
torcidos para lograr su rápido flujo aun en medio de la lluvia torrencial, y reforzar sus bordes con diques
y árboles. En cuanto a los ríos que atraviesan las ciudades, acondicionarán sus orillas y
construirán paseos de acuerdo al gusto moderno, así como crearán en sus contornos parques,
lugares de recreo y bosques.
También debemos levantar en los ríos muchas instalaciones como presas y esclusas
y administrarlos bien. De hacerlo y reparar regularmente los canales como los de riego por gravedad, podemos
prevenir los daños de la inundación y la sequía, aprovechar eficientemente el agua, producir
electricidad, criar peces y hermosear el paisaje.
Hay que tomar estrictas precauciones contra la afluencia de tierra y arena en los ríos y
el derrumbe de los montes. Para esto resulta importante plantar muchos árboles en las riberas y construir
escalones o muros de contención según la necesidad.
Se requiere una eficiente labor en la construcción y el mantenimiento de la carretera.
Esta es como la cara del país y uno de los principales índices de su nivel
económico y cultural. Su mejor construcción y mantenimiento posibilita desarrollar la
economía nacional, brindar comodidades al pueblo y renovar la fisonomía del territorio nacional.
Nos corresponde prestar mayor empeño en dicha tarea: completar de forma racional la red
vial de todo el país, lograr que las carreteras sean más modernas y asegurar el tránsito
intenso y rápido. Haremos una circunvalación en la ciudad de Pyongyang y más autopistas y
carreteras importantes.
Hace falta elevar decisivamente la calidad de la construcción de carreteras. Para ello,
es necesario perfeccionar su metodología y observar estrictamente los requisitos técnicos y
métodos establecidos en todo su proceso desde la cimentación hasta la pavimentación.
Al mismo tiempo, es recomendable especializarse en este trabajo. Deben reforzar unidades
especializadas y su personal técnico de manera que se encarguen totalmente de la construcción y
reparación de carreteras y realicen sus labores tal y como exigen el diseño, los reglamentos
técnicos y los métodos de construcción. Es indispensable aumentar decisivamente el nivel de
mecanismo en ese trabajo: dotar de equipos necesarios a las unidades especializadas y elevar al máximo su
rendimiento.
Es preciso impulsar la reestructuración técnica de las carreteras. Es aconsejable
reconstruir autopistas, carreteras de turismo y otras importantes vías conforme a su categoría y
según las exigencias técnicas, pavimentarlas con calidad, ensancharlas y reemplazar los puentes de
madera por los de hormigón. Además, hemos de construir túneles en las elevaciones y puentes
sobre los valles conforme a las condiciones topográficas de nuestro país que tiene muchas
montañas, en pro de la alineación y el medio ambiente. La instalación de parapetos de
seguridad a ambos lados de la autopista contribuye a evitar accidentes. También se necesita construir
rotondas y fajas intermedias para la seguridad del tránsito y conforme a las exigencias del urbanismo. En
las plazas circulares, fajas intermedias y arriates no se deben cultivar plantas exóticas que no sean del
agrado de nuestro pueblo. Es menester levantar señales de tráfico estandarizados internacionalmente.
Es imprescindible hacer con regularidad la reparación y el mantenimiento de las
carreteras. De lo contrario, es imposible asegurar su resistencia y modernidad. En este aspecto resulta
insoslayable establecer el sistema científico y ordenado de observar el ciclo de reparación,
especialmente durante el deshielo y al término de la temporada de lluvia, tiempos apropiados para
repavimentar y reparar de modo intenso estructuras e instalaciones. Repararán las carreteras de tierra
raspándolas, garantizarán la modernidad arreglando bien los bordes, pendientes y zanjas,
plantarán árboles al borde de todas las carreteras, incluyendo a las de turismo y autopistas, y
crearán áreas verdes en sus contornos. Además, es necesario preparar quitanieves para
eliminar a tiempo la nieve de las carreteras principales.
La reparación y el mantenimiento de las carreteras han de ser una labor de todo el
pueblo. Debemos definir a todas las fábricas, empresas y entidades los tramos que les corresponden,
establecer un ordenado sistema de administración masiva y fijar los meses de abril y octubre como
períodos de reparación intensiva de carreteras, de modo que todo el pueblo participe activamente en
esta labor, con el amor a la patria y la conciencia de ser su encargado.
Nos compete renovar el ferrocarril del país. Debemos seguir esforzándonos para
lograr la mayor dureza de vía férreas. La ciudad de Pyongyang y la provincia de Phyong-an del Norte
son ejemplos en este trabajo. Todas las provincias, ciudades y distritos lo llevarán adelante
constantemente, además de mantener limpias las estaciones ferroviarias y las cercanías de
vías férreas. A la Unión de la Juventud y la Brigada de Choque Juvenil les atañe
concluir cuanto antes y con calidad la obra de reparación y rehabilitación de la línea
férrea de la zona septentrional en acato al legado del gran General.
Se precisa una eficiente administración de las costas y mares territoriales, tarea
importante dada la geografía de nuestro país, bañado por el mar en sus tres lados y que tiene
muchos ríos, lagos y embalses. Con esa labor podemos prevenir las calamidades naturales, hacer más
hermoso al país, así como proteger y multiplicar los recursos marítimos.
Debemos concentrar fuerzas en el acondicionamiento de las costas. Levantaremos sólidos
malecones y demás estructuras de protección y las repararemos regularmente para evitar los
daños de las frecuentes marejadas y tifones, y formaremos con vistas al futuro bosques de protección
contra viento.
Al mismo tiempo, es recomendable proteger los recursos marítimos. Deben hacer
investigaciones científicas sobre los mismos en todas las zonas marítimas y, basándose en
ella, determinar la meta de la producción marítima y exigir su cumplimiento. Por otra parte,
controlarán estrictamente a todas las unidades, sin excepción alguna, para que no capturen especies
prohibidas en determinados períodos, no utilicen equipos o métodos que impiden proteger los recursos
marítimos, no destruyan su hábitat ni capturen pececillos. A todos les incumbe desplegar activamente
las labores encaminadas a proliferar recursos acuáticos en sus zonas respectivas, entre ellas instalar
equipos de maricultura, echar piedras y crías.
Es preciso preservar debidamente el ambiente y la naturaleza.
Esta es una labor de importancia y responsabilidad dirigida a embellecer la Patria, proteger y
multiplicar los recursos naturales, y asegurar a la población un ambiente saludable y óptimas
condiciones de vida. Con el desarrollo de la sociedad, le interesa más a las personas la
preservación del ambiente y la naturaleza.
Lo importante en la protección ambiental es adoptar medidas drásticas contra la
contaminación, factor del deterioro medioambiental y enfermedades.
Ante todo, es necesario prevenir la contaminación atmosférica. Algunos
funcionarios de la economía no prestan mucha atención a esa tarea porque, según sus palabras,
la eliminación de gases dañinos y polvos procedentes en gran cantidad de las fundiciones de hierro y
metales no ferrosos, acerías, centrales termoeléctricas, fábricas químicas y otras
plantas y empresas industriales requiere muchas inversiones, presenta no pocos problemas técnicos; esto
evidencia que ellos carecen del espíritu de beneficiar al pueblo. Las fábricas y empresas deben
promover la aplicación de medios de separación de polvos, hermeticidad y ventilación en las
instalaciones y procesos de producción que provocan emisiones de polvos, efectuar regularmente la
reparación y reajuste y aumentar el nivel de modernización. Es recomendable limitar o trasladar
fuera de la ciudad y la zona residencial las plantas que lanzan cantidad de gases dañinos y polvos. En
cuanto a las hojas muertas de árboles y otras basuras en los recintos de los organismos y empresas, en las
calles, aldeas, jardínes, parques de recreación, carreteras y ferrocarriles no se quemarán
contaminando el aire sino se transportarán a los vertederos o se convertirán en abonos.
Además, es necesario prevenir la contaminación de ríos, lagos y mares. A
este efecto es indispensable purificar las aguas residuales industriales y domésticas procedentes de las
fábricas, empresas y zonas residenciales. A las fábricas y empresas, a las ciudades y distritos les
corresponde construir plantas purificadoras en dependencia de la cantidad de sus aguas residuales y modernizarlas.
En particular, a las minas les compete preparar estanques de sedimentación y tomar medidas para evitar que
las aguas negras o los residuos en polvo de mineral se viertan en ríos, lagos o mares. Ateniéndose
al principio de levantar primero la infraestructura y después la superestructura, en la construcción
urbana se dará prioridad a las obras de los servicios de acueducto y alcantarillado, desagüe y
tratamiento de aguas residuales con el propósito de impedir la contaminación ambiental. Las
entidades de transporte naval deben dotar sus puertos, muelles, ensenadas y barcos con los servicios de
tratamiento de aguas residuales y basuras. Recientemente, en la ciudad de Pyongyang se ha construido una
fábrica que produce abonos compuestos orgánicos de calidad mediante el tratamiento del lodo del
río Pothong, sedimentos de las estaciones purificadoras de aguas residuales y cenizas de carbón. Si
se edifican fábricas como ésta útil para el desarrollo económico y el medioambiente,
es posible tratar con provecho los residuos industriales y basuras de la ciudad a favor de la prevención de
la contaminación ambiental.
Con la reducción de la extensión forestal en el planeta y otras causas que
devastan el hábitat se disminuyen poco a poco las especies de animales y plantas, lo cual provoca una gran
preocupación de la humanidad. Hace falta analizar periódicamente las especies animales y vegetales y
su hábitat en los montes y las cuencas de ríos, y tomar las medidas eficientes para proteger
animales y plantas en vías de extinción, los raros y otras especies y facilitar la
bioheterogenecidad. Asimismo, es necesario establecer adecuadamente las zonas de reservas y extenderlas de manera
progresiva y no permitir la construcción descabellada de edificios e instalaciones industriales, la
explotación de recursos subterráneos y forestales y la caza de animales.
Es ineludible apreciar y proteger bien los recursos subterráneos del país.
Actualmente, algunos tratan de extraer sin reflexión y exportar valiosos recursos subterráneos del
país a cambio de cierta cantidad de divisas; se trata de un punto de vista de miope que piensa solo en lo
inmediato y no en el futuro lejano, y también un acto ajeno al patriotismo. Hay que establecer un estricto
sistema según el cual el Ministerio Estatal de Explotación de Recursos Naturales y el Comité
no permanente de explotación de recursos subterráneos analicen y aprueben la extracción, para
eliminar así la indisciplina o desorden en esa actividad.
La administración territorial es una labor perspectiva, muy amplia, enorme y de largo
plazo. Así pues, para producir un auge revolucionario en ella hace falta elaborar un plan general de
geotransformación nacional de rigor científico y real, el cual se serviría como base para
realizar el acondicionamiento del territorio nacional de manera planificada y con vistas al futuro.
Se lo confeccionará en estrecho vínculo con el sector correspondiente sobre la
base de un análisis detenido y científico de las características del clima y el suelo, la
disposición de recursos de todas las regiones y la perspectiva de desarrollo económico y cultural
del país, así como se prepararán los similares para cada región importante, provincia,
ciudad y distrito.
Esos planes son como leyes estatales que todos deben observar. En el sector de
administración territorial se debe establecer una ferréa disciplina según la cual la
construcción y el acondicionamiento territorial se realicen a tono con ese proyecto. Las provincias,
ciudades y distritos tienen que efectuar con responsabilidad la construcción, la explotación y la
protección de recursos de acuerdo con dicho proyecto aprobado y nunca infringir lo establecido en el
documento ni afectar el equilibrio ecológico.
Se promoverá con dinamismo el mejoramiento territorial con el apoyo de todo el Partido,
el Estado y el pueblo.
A fin de lograr avances es necesario que todos los organismos, empresas, granjas cooperativas,
los funcionarios, la población en general se suman a esta tarea. Las organizaciones del Partido, las
agrupaciones de trabajadores y los organismos del Poder popular les harán a sus miembros la conciencia de
que el acondicionamiento del territorio nacional es una obra noble y patriótica que contribuye al
desarrollo y prosperidad de nuestro país y la felicidad del pueblo, de modo que ellos protagonicen el
acondicionamiento de su tierra natal.
Es menester asignarles precisa y detalladamente a los organismos, empresas, granjas
cooperativas y otras entidades la tarea anual de trasplantación de árboles, reajuste de ríos,
reparación de carreteras y otros tipos y exigir con insistencia por su cumplimiento. A la Unión de
la Juventud y los centros docentes como las escuelas secundaria y técnica y de enseñanza superior
les incumbe el deber de intensificar la educación ideológica de los jóvenes y niños en
la necesidad de aportar cuanto pudiera a esa obra e incluir ese tema en su programa didáctico que deben
cumplir sin falta.
Lo que le gustó más al gran General
En el período de movilización general por el mejoramiento territorial todos los
organismos, empresas, granjas cooperativas, en fin todo el pueblo deben incorporarse a esa labor. De noviembre a
marzo del año siguiente se destinará a la protección de recursos forestales y del subsuelo y
de marzo a julio a la protección de animales útiles, jornadas en que se desplegará una
campaña de protección de la naturaleza con la participación de todo el Partido, todo el
Estado y todo el pueblo.
Es necesario promover con energía el movimiento por el Título del Distrito
Ejemplar en la Protección Territorial y Ambiental. Las ciudades y distritos lo harán enarbolando la
consigna "¡Hagamos más hermosos nuestros montes y ríos y nuestra tierra natal!" para lograr
grandes avances en el acondicionamiento del territorio. La protección ambiental y territorial debe ir
estrechamente vinculada al Movimiento por la Bandera Roja de las Tres Revoluciones y otras campañas
similares de masas.
En la administración del territorio nacional y la preservación del medio ambiente
es importante fortalecer la responsabilidad y el desempeño del Ministerio de Protección Territorial
y Ambiental, otras entidades de ese sector y los organismos del Poder. Al referido Ministerio, entidad de nivel
central que asume la responsabilidad de mejorar las condiciones del territorio nacional ante el Partido y el
Estado, le corresponde llevar el control unificado de todas las labores de esa rama y organizarlas con
responsabilidad ateniéndose a las orientaciones políticas del Partido y las demandas del Estado. A
los organismos del Poder les compete tener las riendas de la labor de rehabilitación territorial de su
localidad e impulsarla con amplia visión movilizando otras entidades, empresas, cooperativas y
población.
Para que esa tarea se pueda dinamizar con el apoyo de todo el Partido, todo el país y
todo el pueblo es preciso adoptar medidas estatales de aseguramiento pertinentes. Pues se trata de la
transformación que necesita gran cantidad de equipos materiales y fondo. Al Consejo de Ministros, el
Comité Estatal de Planificación y otros organismos correspondientes les atañe suministrarlos
de manera planificada y oportuna.
A los medios de prensa como periódicos, revistas, radio y TV les incumbe explicar y
difundir de modo activo la política del Partido, conocimientos científico-técnicos y otros
datos en materia de esa disciplina para llamar mayor atención social sobre la misma.
Hay que desarrollar rápidamente la ciencia y técnica de este sector.
Los centros de investigaciones científicas de esa esfera deben multiplicar su
desempeño para encontrarle soluciones rápidas y eficientes a los problemas
científico-técnicas pendientes. Ante todo, concentrar esfuerzos en asentar sobre las bases
científicas y modernas la protección de la tierra cultivable, la repoblación forestal, la
construcción de carreteras y el reajuste de ríos y prevenir la contaminación del ambiente y
el agua. Hace falta organizar en forma periódica seminarios y publicar más libros y revistas para
impulsar activamente el desarrollo científico y técnico de ese sector.
Es insoslayable promover el intercambio científico-técnico con otras naciones y
organizaciones internacionales en dicho campo. Hay muchos logros que podemos introducir en ese terreno referentes
a la tendencia mundial de desarrollo y tecnologías avanzadas de otros países. Como ya he dicho se
permitirá el acceso mediante el Internet a la tendencia mundial y los datos
científico-técnicos y se enviará delegaciones al extranjero con misiones de aprender mucho y
obtener datos. El Ministerio de Protección Territorial y Ambiental y otros organismos correspondientes
fomentarán los estudios conjuntos, intercambios académicos y de información con instituciones
científicas e investigativas extranjeras e introducirán logros científico-técnicos
mediante su participación en reuniones y seminarios internacionales.
Es necesario integrar bien las filas de científicos y técnicos de este sector y
garantizarles óptimas condiciones de trabajo y tomar eficientes medidas para aplicar a tiempo sus
éxitos en la producción y la construcción.
Es preciso fortalecer la supervisión y control sobre la actividad mencionada.
Los organismos de protección territorial y ambiental y los de inspección y
control deben analizar regularmente el estado de cumplimiento de la política del Partido y de
observación de leyes y reglas en lo que se refiere a esa rama que se lleva a cabo en todos los sectores y
unidades y reforzar el control judicial contra la violación de leyes. Todos los sectores y unidades
serán sometidos al control estatal en el mejoramiento de las condiciones del territorio nacional y la
protección ambiental y no se puede permitir la excepción. Es menester analizar todas las leyes y
reglas correspondientes y modificarlas y complementarlas conforme a las demandas de la realidad en desarrollo a
favor de la inspección y control sobre la labor de esa esfera.
Hay que reforzar la dirección partidista sobre la administración territorial.
Las organizaciones del Partido deben organizar a los militantes y otros trabajadores en el
acondicionamiento del territorio y la protección ambiental.
Para obtener éxitos en esa actividad es necesario darle amplio cauce a la inagotable
creatividad de las masas populares. Las organizaciones partidistas tienen que crear en toda la sociedad un
ambiente de movilización general para dicha tarea e intensificar la labor organizativa y política
para que todos los miembros del Partido y demás trabajadores se suman a la rehabilitación
territorial y la protección medioambiental.
Los secretarios jefe y demás altos funcionarios del Partido en provincias, ciudades y
distritos deben responsabilizarse de la repoblación forestal, mejoramiento fluvial y vial y los
demás trabajos que contribuyen al acondicionamiento territorial y ayudarlos de manera activa. Sobre todo,
los secretarios jefe de unas 200 ciudades y distritos, que integran el territorio nacional, conscientes de que el
éxito de su región redunda en el de todo el país, deben impulsarlos con gran ambición
y tesón hasta imprimirle una nueva fisonomía al territorio nacional. Su responsabilidad y capacidad
se apreciará en el aspecto de su región jurisdiccional.
Las organizaciones partidistas, en fiel acato a la política del Partido referente al
desarrollo territorial, tienen que apoyar plenamente los esfuerzos por llevarla a feliz término mediante
las regulares labores de información, balance y reorganización.
Al departamento correspondiente del Comité Central de Partido le corresponde ofrecer
eficiente control y orientación a la labor de movilización general para el mejoramiento territorial
en primavera y otoño para que cobre mayor impulso y hacer cada año el balance y reconocimiento
partidista y estatal de los resultados. Las organizaciones del Partido en las provincias, ciudades, distritos y
entidades correspondientes de nivel central deben aprovechar la evaluación anual del resultado de la
referida labor para analizar la explotación de los recursos forestales, marítimos y
subterráneos y tomar las medidas pertinentes. El distanciamiento y actitud pasiva con que se trata la
protección territorial y ambiental serán duramente criticados calificándose como error
ideológico que se comete por falta del espíritu patriótico.
Las organizaciones del Partido deben estructurar firmemente las filas de funcionarios de este
sector. El éxito en esa esfera depende de cómo se preparen las filas de funcionarios directamente
encargados del sector y cómo se eleva su papel. A las organizaciones del Partido les corresponde colocar a
los competentes fieles al Partido, de fe patriótica y preparación profesional y ayudarlos para que
cumplan plenamente su misión y funciones en la tarea revolucionaria que el Partido les asignó.
Nuestro Partido concede suma importancia al mejoramiento territorial y la protección
ambiental al impulsar la construcción del Estado socialista poderoso y próspero y desea que todos
los miembros, militares y otros sectores del pueblo den mayor fuerza a la movilización general para
acondicionar los ríos y montañas de la Patria como parte del mencionado proyecto de
construcción y contribuyan activamente a levantar una potencia económica y el bienestar del pueblo.
Todos los funcionarios y el resto del pueblo, especialmente los de dicho sector, llevados por
la infinita fidelidad al Partido y el ferviente patriotismo, desplegarán esa campaña para defender y
llevar a buen término los proyectos y hazañas del gran Líder y el gran General en esa materia
y acelerar enérgicamente la construcción del Estado socialista poderoso y próspero.